Uno de los problemas importantes de la educación que damos hoy en día a los niños, es que los papás no toleramos el malestar que nos genera el malestar de los niños y en el intento por evitarles pasar por él, los consentimos concediéndoles todo lo que nos piden, desde la compra de objetos hasta el permiso para posponer “5 minutitos” obedecer la orden que les damos.

Necesitamos recuperar el papel de autoridad que se requiere para poder enseñarles a los niños a obedecer. Si bien la obediencia no es la única habilidad que se tiene que adquirir en la vida, es una muy importante para poder lograr un buen funcionamiento. Enseñarles a los niños a relacionarse con el placer es una de las herencias más significativas que podemos dejarles para que logren ser felices en la vida.

Cuando educamos estamos buscando que logren pasar de la regulación del adulto a la auto-regulación y eso solo se adquiere con práctica y haciendo hábitos los comportamientos básicos de la vida cotidiana. Gracias a esto, potencializamos el uso del tiempo y nos queda espacio para hacer y disfrutar de lo que nos gusta.